domingo, 21 de marzo de 2021

Mientras te contemplo

Cuan lúcidas lucen tus memorias en mi fe,

como ese vestigio que se erige en tu vientre,

cálido y taciturno,

casi invisible, 

pero tan real como el universo.


Eso es tu amor,

como esa fe inquebrantable que nos une,

como ese golpe de realidad que nos impulsa,

la mayor muestra de excitación, 

el alfa y el omega.


Me gusta pensar en ese amor y en ti,

en como los lirios se vuelven islotes,

flotando y creando países, tierras, imperios,

todos erigidos a ti,

a mi Diosa particular.


También me encanta mirar al interior,

ver como cada célula explota por ti,

por ese deseo que nos impulsa,

la manía de estar juntos aún no estándolo,

de esa forma tan metafísica,

estando unidos sin estarlo,

siendo uno en el mismo lugar,

con esa acción y reacción,

partidos a través de la misma materia,

juntos desde el infinito,

con la edad de nuestro universo,

amándonos desde el primer segundo.


Al final me gusta mirarte a ti,

a esa sonrisa que regalas cuando vuelvo,

a tu suave pecho que me conforta,

esas manos que me curan,

a tus piernas mientras montas bicicleta,

a tus ojos tan transparentes,

y a mí... mientras te contemplo. 

jueves, 31 de diciembre de 2020

Palabras a Don Vito (O la necesidad de compartir palabras)

Las palabras sanan, o al menos eso deberían, si la lógica responde al poder que se les atribuye como arma. 

Últimamente las palabras nos han inundado de situaciones que indiferentemente nos llevan al borde de nuestras emociones.

Este exceso de noticias -desgraciadamente más malas que buenas- me han llevado a desconectarme, en esos ejercicios de reflexión, en búsqueda de ese equilibrio emocional.  


Entre ese espacio tan mío, hace unos días la imagen de mi abuelo sentado en su despacho se me vino a la mente. Podía sentirlo de nuevo, él, escuchando su radio en una estación que se ufanaba de ser la música ligada a tus recuerdos, mientras leía su periódico o arreglaba algo.


Me pone a pensar que él, siendo un hombre de pocas palabras -pero dentro de esas, las más certeras-  seguramente tendría algo que decirme ante todo esto. 


Como una marea de la casualidad llegaron a mí los resquicios de una cajetilla de cigarros que él dejó. Ese empaque dorado con letras rojas que además de un par de cigarrillos contenía muchos recuerdos de Don Vito. 


Tengo que confesar que si él aún estuviera y me viera con un cigarro seguramente me tundiría, pero, me gusta pensar que a pesar de eso pudiera compartir una plática de sobremesa envuelto en ese aroma a tabaco con él.


Sin duda le contaría de este año. Que si bien, por alguna extraña razón un virus se desencadenó en el otro lado del mundo y que no tardó en alcanzarnos, por fortuna o favor divino todos estábamos bien en su casa. 


Le contaría que a principios de este año emprendí una nueva aventura, una que en lo personal me llevó lejos del nido. Le mostraría orgulloso estas alas que él me ayudo a forjar para volar y sin duda estaría orgulloso de este vuelo.


También le contaría que en ese vuelo encontré una aliada, una mujer increíble -que seguramente Don Vito y mi Teresita mandaron a acompañarme- con una fe férrea en metas conjuntas, que no dudó en tirarse al vacío para volar conmigo, a la que le propuse formar una familia, justo ahí, en ese cielo, cerquita de ellos.


Le contaría tanto, con un cigarro, con dos, con diez. Porque nos lo merecíamos, nos merecemos estas palabras, estas, que ante tantas desalentadoras, también nos muestren que hay algo por lo que luchar.


Seguro me vería y sonreiría, así era él, de pocas palabras. Me diría que no me preocupará, que si tal vez el camino andado parezca poco, pero como él me lo dijo -y paradójicamente he escuchado mucho últimamente- lo importante no es llegar, sino mantenerse y hacer brecha. 


La nostalgia embarga, más por ellos que ya no están, pero igual que las palabras, debe desbordarnos. Así, con tantas emociones las palabras se vuelven necesarias para cerrar un año por demás atípico, pero con la fe intacta en esos vuelos y esos cielos que aún quedan por surcar.


Por eso hoy derrocho estas palabras, porque también ayudan a sanar, a sacar lo de adentro, lo que se siente trabado, en ese gran poder que tienen: expresar. Expresar y sanar.


Esa necesidad de todos por sanar, por purgarnos las penas y vacunarnos de fe, con esa maravilla de equilibrarte en la cuerda y seguir con tu camino firme, pero paso a paso. 


Gracias por estas palabras, Don Vito. Un beso hasta donde estés y salúdame a abuelita Tere. Aquí sigo, surcando cielos y haciendo brecha.

martes, 22 de septiembre de 2020

Con ese beso...

Me invade la remembranza,

justo cuando descanso en tus brazos,

cuando la añoranza me lleva a ese momento,

a ese beso, el primero.


Frente a esos testigos de piedra,

frente a historias antiguas

a soledades ocultas,

rompimos esa barrera,

abatimos el silencio,

nos miramos y nos besamos.


Ese primer beso,

ese que se ve lejano

pero se siente cerca,

tan cerca que me despierta en las noches,

que develó ese tesoro de tu risa,

y que soltó en mi una parvada de mariposas.


Hoy hago recuerdo de ese momento,

de ese beso con ansia,

temblando, 

en esa sala solitaria,

entre tantas historias que no son nuestras,

pero que se sumaron a la pasión,

a este esfuerzo de amor y de fe,

de una confianza plena en tu mano,

de convertir tu pecho en mi hogar,

y de tu vientre hacer mi campo,

todo lo que comenzó con ese beso.

jueves, 20 de junio de 2019

Paz

Fluye un mar dentro de ti,
uno que llega a mi playa en cada beso,
tranquilo y sereno,
enigmático e interminable,
apacible.

Fluye como ese caudal de vida,
surge del manantial de tu amor,
con esos ojos serenos que tienes,
que se desborda por tu voz,
por tu sonrisa.

A veces huracán,
renuevas con tu caos,
destrozas mis esquemas,
llegas y borras mis trancas,
y después, con una caricia vuelve la calma.

Eres agua de vida,
eres ese movimiento,
la de los ocasos perfectos en tu mirada,
la de las olas anochecidas en tus rizos,
en tus mejillas de islotes,
en tu delta y en tus valles.

Eres el mar que moja mis sueños,
que me empapa con su brisa
y me empuja a seguir,
eres, ese lugar de paz.

domingo, 5 de mayo de 2019

Me gustaría...

Me gustaría contarte muchas cosas,
confesarte lo que siento;
por ejemplo que me gustas,
que para mí eres primavera,
que llenas de cerezos y jacarandas mi interior,
ese sitio que por ti es una fiesta,
el que se adorna para verte llegar,
aunque te tardes,
aunque llueva,
aunque anochezca,
solo para verte llegar.

Me gustaría decirte todo,
que desde tu sonrisa me siento,
que se puede existir en esa alegría tuya,
que el universo se forma en tus hoyuelos,
que las estrellas viajan en tus pupilas,
o que el mar anochecido choca en tus hombros.

Podría decirte que me muero por ti,
que la vida me regalo contigo un sol,
que la sencillez con la que vives es paraíso,
o simplemente que me gustas.

Me gustaría contarte todo de un tirón,
fluir contigo frente a mí,
como aguacero,
no callar nada,
me encantaría llegar a ti,
estar por fin juntos,
me encantaría decirte todo,
pero entonces, para qué existiría la poesía...

domingo, 7 de abril de 2019

Pleonasmo

Jamás pensé pensar en pensarte,
con lo disparado que suena eso,
con lo profundo que es,
con la magia que conlleva.

Un pleonasmo innecesario,
un sentimiento necesario,
dentro de tanta insensatez,
mucha cordura,
pasión, secretos.

Sin dudarlo,
pensando en ti,
mientras tú seguías ahí,
cuando yo creía no verte,
siempre junto a mí.

Cada espacio de nosotros,
con tus juegos de niña,
tu sonrisa plena,
esa geografía de tu felicidad,
contagiosa cuando estamos juntos,
tu poderosa pasión,
ese emprendedor deseo de ti,
y tu fe.

Encontrarte es ese pleonasmo,
regresar a ti,
voltear a verte,
sonreír de nuevo,
cometer locuras,
tan solo para estar de nuevo frente a ti.

martes, 19 de marzo de 2019

Enigma

Eres un enigma,
un misterioso estrépito,
una idea que alimenta mis sueños;
la pálida imagen de un deseo,
eres letras y emoción.

A ratos me escribes,
a ratos no sé de ti,
atado a tu nombre,
a una incógnita,
y sin embargo contando mi vida,
mis penas y alegrías,
soñando desde ti.

La otredad nos inunda,
somos a partir del otro,
somos a partir de nada,
pero al final somos.

Justo detrás del misterio,
del conocer y conocerse,
de la acción ante la imaginación,
ahí donde los sueños se cumplen,
los mantos se develan,
los rostros se revelan
donde las capas caen.

Ahí donde el misterio se hace uno
y la verdad se revela,
donde el secreto es divulgado
y la mente se abre,
justo ahí donde ya no hay enigmas...

viernes, 1 de marzo de 2019

Pensando en ti

Pienso en ti casi siempre,
convirtiendo lo cotidiano en extraordinario,
combatiendo la desidia con tu sonrisa,
alumbrando mi mundo.

Pienso en ti con el aroma del café,
con esa caricia matutina,
con tu alegría como mi credo,
con tus ojos de avellana.

Pienso en ti como no tienes idea,
casi a toda hora;
cuando fumo,
mientras río,
cuando sin querer alguien te nombra;
justo en ese momento te veo,
parada frente a mí,
con tu clase y tu dulzura,
esa silueta que dibuja una diosa en el aire,
con tu sencillez e inocencia,
con tu altivez de dama.

Pienso en ti hasta cuando no pienso,
como ahora,
desojando palabras mientras leo,
cuando de la nada surges tú en mi mente,
cuando no quiero pensar en más nada,
cuando estoy contento,
cuando disfruto un buen vino,
cuando canto,
cuando vivo,
pienso en ti casi siempre,
cuando no lo hago es porque sueño contigo,
porque estoy a tu lado,
o quizá porque por un momento,
pienso en nosotros...

domingo, 17 de febrero de 2019

Te quiero...

Te quiero a las diez,
a las once,
a las siempre;
poco a poco,
fugitivo y furtivo,
despacio y sutil,
veloz e intempestivo,
siempre.

Te quiero a ti,
a mí, contigo,
al mundo, junto a ti.
sin nosotros,
por separado,
juntos,
volviendo,
llegando,
coincidiendo.

Te quiero simple,
buscando cada respuesta,
sin importar nada,
velando por todo,
feliz.

Te quiero

domingo, 16 de diciembre de 2018

Momentos

Hay momentos eternos en tu piel,
esos instantes mágicos,
ahí, donde se escapan las esencias,
donde los duendes bajan,
que solo confluimos los dos.

Esos momentos de pasión,
de deseo y clamor,
de tu piel desnuda sobre la mía,
de pasión y ternura,
de amor y caricias,
de fe en ti.

Momentos donde eres diosa,
donde te presumes mujer,
donde eres esencia y deseo,
donde eres paz y guerra,
ahí donde todo fluye,
donde todo nace,
de ti,
de tu dulce vientre,
de tus suaves pechos,
de tus muslos de miel,
de mí en tu deseo,
de los dos siendo uno,
de esos momentos llenos de felicidad.